domingo, 25 de diciembre de 2011

Escena en el café. Caramel



La escena en el café de la película "Caramel" es sencillamente mágica, la conversación entre el policía y la dueña del salón de belleza, es una de las escenas de las que se te queda en la retina, mención aparte de la esquisita melodía.
Caramel es una coproducción franco-libanesa, de Nadine Labaki del año 2007, es una película de mujeres, con toques del cine de Almodovar, no os defraudará.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Películas para la historia. Calle Mayor

En una ciudad de provincias una mujer soltera llamada Isabel (Betsy Blair) es objeto de burlas de un grupo de hombres que, pretendiéndose mofar de ella, convencen a Juan (José Suárez) para que finja un falso enamoramiento.
Continuando con el espíritu abierto en las famosas e influyentes Conversaciones de Salamanca, y profundizando en la disección de la sociedad que le ha sido impuesta, continúa Bardem desarrollando y perfeccionando el “realismo crítico” en su vertiente más dura y directa, que ya iniciara en “Muerte de un ciclista”, y que poco a poco le irá distanciando del estilo más sarcástico de su compañero Luis García Berlanga.
En “Calle Mayor”, examina la mediocridad de la vida en una pequeña ciudad de provincias, en la lastimosa España de los cincuenta (a pesar de la narración del prólogo, impuesta por la censura, que la sitúa en un lugar indeterminado).

El guión describe la ejecución de una macabra broma, maquinada por el grupo de señoritos que “se aburren”, contra una infeliz solterona, a la que, sin ningún respeto, nada les importará enterrar en su definitiva e irreversible frustración.
El verdadero acierto de Bardem, no va ha ser solamente la dura descripción de tan desagradable hecho. El estudio de las reacciones de los personajes centrales, víctimas del entorno en el que les ha tocado vivir; el examen del comportamiento de unos gamberros, que en su vida profesional responden brillantemente, pero que el ambiente cotidiano no les ofrece ninguna alternativa coherente a su conducta personal; y el análisis de la deprimente sociedad en la que se desenvuelven todos ellos, nos ofrece un completísimo mosaico de lo que era esta nación; encorsetada por una moral pacata e hipócrita, y por unas costumbres machistas y misóginas. Todo ello bendecido por una absoluta incultura, promovida desde los círculos del poder político y religioso.

La película, además del argumento central y del angustioso ambiente en el que se desarrolla, destila continuas referencias puntuales que completan la denuncia de un anquilosamiento social y cultural, que reclamaba urgentemente la huida hacia renovados objetivos.
Angel Lapresta